CANELONES RELLENOS DE QUESO RICOTTA, ESPINACAS Y TOMATES DESHIDRATADOS
Los canelones son una de las muchas formas en que se puede encontrar y comer la pasta. Son una de las elaboraciones de pasta más versátiles que existen y un plato de aprovechamiento estupendo. De hecho, la farsa o relleno que vamos a utilizar en esta elaboración lo estamos aprovechando de otra receta que hicimos anteriormente. Solo hemos tenido que “alegrar” el relleno con queso ricotta y tomates deshidratados. Esto puede variarse al gusto y, siempre con cabeza y criterio. Puedes agregar a la farsa todos los ingredientes que más te gusten. Esta receta conlleva varias elaboraciones, y quizás se haga un poco pesado cocinarlo todo. Por eso os recomiendo tener un buen mise en place:
Ingredientes:
- 16 placas de canelones
- 400 g de espinacas frescas (son válidas también las que son congeladas)
- 2 dientes de ajo
- 250 g de queso ricotta
- 10 tomates secos/deshidratados
- 40 g de mantequilla
- 40 g de harina de trigo
- 600 ml de leche entera
- Tomate frito (si es casero, mejor)
- Pimienta blanca molida
- Nuez moscada en polvo o rallada en el momento
- Queso especial para gratinar
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra (AOVE)
Preparación:
Para la salsa bechamel
En un cazo calentamos la mantequilla y, una vez fundida, añadimos la harina.
Removemos para incorporar ambos ingredientes y cocemos el roux (así se llama en francés la mezcla de mantequilla y harina) hasta que no haya harina suelta que sea como una masa y eliminar el sabor a crudo.
Agregamos la leche ligeramente templada poco a poco y con la ayuda de unas varillas, sin parar de remover, lograremos que se integre con el roux. De esta manera conseguiremos lo más importante al elaborar salsa bechamel: que no se formen grumos.
Sazonamos al gusto y añadimos, también, un pellizco de pimienta blanca molida y nuez moscada rallada (esto último es opcional, que no a todos gusta el sabor de esta especie).
Cocemos la salsa de bechamel a fuego muy suave durante 15 minutos, removiendo de vez en cuando para que no se pegue a la base de la olla. Reservamos.
Para el relleno
En un cazo con agua y sal hervimos las espinacas durante el tiempo que indique el fabricante. Una vez listas, escurrimos bien todo el líquido que sueltan.
Por otro lado, en un bol metemos los tomates secos con agua ligeramente templada con el objetivo de ablandar un poco el producto y que a la hora de triturarlo sea más sencillo. Para ello utilizamos una picadora (la que hemos utilizado es una de la marca Ikohs que es fantástica)
Cortamos y picamos los ajos en trozos pequeños y los rehogamos en la sartén. Una vez listos mezclamos las espinacas, los tomates picados y el queso ricotta. Removemos bien para que se integre bien todo y reservamos.
Para la pasta (relleno y montaje del plato)
En una olla ponemos abundante agua salada y hervimos las placas de los canelones. El tiempo será el establecido por cada fabricante. Una vez que estén listas, con mucho cuidado las sacamos con una espumadera y las transferimos a un cuenco con agua fría para cortar la cocción. Las escurrimos, las colocamos separadas sobre un paño húmedo y las reservamos hasta el momento de utilizarlas.
Montamos los canelones rellenando cada una de las placas con la mezcla de espinacas y enrollando las placas para formar los rollos característicos.
En la base de una fuente apta para hornear colocamos un poco de tomate frito y encima vamos colocando los canelones y los cubrimos con la salsa bechamel y esparcimos queso de gratinar.
Introducimos la fuente en el horno, que habremos precalentado con calor arriba y abajo a 190º C durante 15 minutos.
¡A la mesa! Nos espera un super plato que devorar.